Las autoridades llevaron tubería a Allende, Nuevo León, para canalizar agua del Río Ramos y llevarla a la ciudad de Monterrey.
Pero los vecinos se indignaron a tal punto que se organizaron para quemar todos los tubos antes de que pudieran ser instalados.
“¡Nadie va a robar el agua que nos pertenece!”
Con información de Excélsior TV.